jueves, febrero 19, 2015

OLIVE KITTERIDGE de Elizabeth Strout












OLIVE KITTERIDGE de Elizabeth Strout
Olive Kitteridge 2008
El Aleph. 324 Pag.






“ Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos...” Es un pensamiento de Olive Kitteridge. Nada reflejaría más su personalidad que esa frase; sobre la multitud de expresiones que pueblan el libro, llenas de franca agudeza y continua mezcla de malhumor, malicia y fieras alocuciones, esa frase plasmaría su lado más profundo: la rotunda soledad del que vive encerrado en si mismo, preso de sus manías y aprendizajes, confinado en un mundo estrictamente sujeto a reglas inamovibles en principio... pero que la vida va enseñando a temperar.

Ésta podría ser una novela resultado de una suma de cuentos, o unos cuentos que recomponen una novela, que, por otro lado, habla sobre un pequeño pueblo pesquero de Maine en Estado Unidos, donde la gente vive en su pequeña comunidad llena de problemas cotidianos, desgracias, alegrías, soledades... Historias mínimas que sumadas aportan un paisaje detallado de lo que puede o pudiera ser la vida para cada uno de nosotros. Sobre o dentro de todas esas historias aparece , rotunda, sincera, la figura de Olive, para , a veces, mostrar un pequeño detalle, y, otras veces, dominar y conducir la historia y las personas que la pueblan: desde su comprensivo y cariñoso marido Henry o su hijo Christopher o los más diversos personajes de la familia , amigos, conocidos o simplemente vecinos. Todos contradictorios actores del teatro de la vida del pueblo, algunos plenos de sentimientos positivos, otros llenos de amargura o de ganas de escapar de allí; fieles o infieles, amables o antipáticos, valientes o cobardes, sabios o lerdos... Todos equipados de las ganas de vivir, pero a los que la vida ha tratado de diferente manera.

La novela no tiene un camino fijo en su construcción; las historias, incluso a veces el tiempo, no llevan, en general, una secuencia lógica; pareciera que un pintor ha pintado diferentes cuadros sobre paisajes y personas, dispersos en el tiempo y en el espacio y los ha expuesto en una galería sin orden; todos son parte de una misma colección, todos hablan de lo mismo , si los ves recompones el lugar, las figuras, los ambientes , las expresiones, hasta el clima, pero tienes que absorber los colores, alimentarte de sus caras, saborear sus detalles, adaptarte al conjunto para comprender la totalidad de lo que expone y explica.

Pero no aclararía bien lo que me pareció esta novela sin volver a recalcar la importancia de Olive, a fin de cuentas así se llama el libro, y podría entenderse por lo anterior que es sólo el reflejo de la vida de un pueblo... Pero no, no acaba ni empieza ahí el libro. Su valor literario estriba en combinar aquello , la representación coral del pueblo, con los matices del pensamiento y la vida cotidiana de esta mujer. La elaborada construcción que Elizabet Strout hace del personaje, tanto en su personalidad como en su evolución a lo largo de la historia, sea por los aconteceres o sea por las decisiones que debe afrontar, es la parte primordial y más interesante de la novela. Es un personaje que hay momentos que odias, repudias o te hace estremecer, hay momentos que la aprecias y la admiras, pero , sobre todo, al final la comprendes.

¿Pero qué me deja el libro? Todos los libros que aprecio o que merecen la pena dejan algo: una sensación, una idea, una palabra, un color, incluso a veces un olor; hay veces que me han dejado sensación de calor... Ésta la recordaré por una palabra que me sale automáticamente al recordarla : Belleza. Es un libro bello por como está escrito, por sus reflexiones, por sus descripciones, por todas las cosas que conforman su estructura, por la cimentación profunda de la personalidad de sus personajes, y por el conjunto afinado de matices que te hacen sonreír de admiración.


wineruda

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